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viernes, 13 de abril de 2012

¿Te gustaría ser como House?

     Buenas, aquí te dejo otra entrada. El otro día estaba viendo la serie de House y me pregunté "¿Cómo sería ser como House?". Bueno, pues para el que le interese, aquí te dejo unos sencillos pasos para ser arrogante con la gente, pero que ella no quiera mandarte a hacer puñetas:
¿Así que te gustaría ser como House? ¿Quieres dártelas de cool, decir frases chistosas llenas de ironía y reírte de los demás? Pues aquí va una pequeña guía, para que te transformes en el House de tu grupo de amigos.
Sé el mejor en tu trabajo.-
   -"Hola, soy el Dr. House, el doctor que le salvará la vida".
Es indispensable para empezar siquiera a pensar como Gregory House. Solamente el ser el mejor en tu oficina, curso, disciplina, fiesta, juego o profesión es lo que te dará permiso para lo siguiente. Porque si eres insolente, irrespetuoso, cínico, malhablado, insensible y encima mediocre en tu quehacer, estás perdido y habrás firmado abandonamiento social. House es un desgraciado grosero y soberbio, pero no le echan porque es un genio, porque sin él el Princeton Plainsboro sería una morgue en vez de un hospital. La idea es que de ti digan lo siguiente: “Cree que porque es el mejor en lo que hace puede comportarse como un bastardo. Y lo peor es que tiene razón”.
Trata a los demás como si fueran idiotas
   -"¡Idiota! Del francés “i-de-ot”, que significa “moro afeminado y deficiente mental”".
   -"¿Que qué voy a hacer? Voy a escuchar tu teoría, burlarme de ella y luego mantener la mía".
Esto tiene directa relación con el punto anterior. El estilo House es hacer ver la superioridad intelectual de uno mismo para después restregarlo en la cara de los otros. Da lo mismo si tus colegas sacaron 870 puntos en la prueba, tienen siete doctorados y tienen un Nobel. Lo importante es que TÚ eres el que más sabe y eso automáticamente convierte a los demás en idiotas. Y hay que recordarles constantemente que lo son, así no se les ocurrirán cosas como contradecirte o tratar de quitarte el puesto. Así que haz como House: búrlate de sus ideas, diles que un mono haría mejor su trabajo o pregúntate en su presencia por qué siguen trabajando contigo.
 Dato interesamte: si desordenas las letras de “Gregory House” puedes tener “Huge ego, sorry” (ego enorme, lo siento).
Nunca admitas que necesitas ayuda
   -"No necesito un equipo.
   +Estabas comparando ideas con un conserje.
   -¡Y resolví el caso!"
Obviamente, un genio se basta solo, por eso es un genio. Bueno, al menos eso es lo que los demás deben pensar. Porque lo cierto es que House sí necesita ayuda, pero hace todo lo posible por aparentar lo contrario. Él se jacta de encontrar un diagnóstico acertado con sólo una ojeada a la ficha médica y una simple enumeración de síntomas, pero en realidad necesita con exasperación mentes que piensen distinto a la suya para que le ofrezcan más puntos de vista que aporten a su razonamiento. ¿Pruebas? Al atender a una serie de pacientes enfermos durante un vuelo, House tuvo que tomar a tres pasajeros, asignarles los roles de sus compañeros Chase, Foreman y Cameron y contrastar con ellos sus teorías de diagnóstico. Y cuando despidió a su equipo a fines de la tercera temporada, necesitó desesperadamente discutir sus ideas con cualquiera que se le cruzara en un pasillo. Por supuesto, luego negó todo e insistió en que se las podía solo.
Asume que todos mienten y que sólo tú tienes la razón
Nunca preguntes por qué los pacientes mienten, sólo asume que lo hacen.
Una verdad básica de la condición humana es que todos mienten. La única variable es sobre qué.
Como todos los demás son idiotas, no hay que confiar en ellos para que te den la información que necesitas para tu trabajo. Las personas mienten o se equivocan, así que hay que apoyarse en datos duros si uno quiere resolver las cosas. En el caso de House, basarse sólo en síntomas y exámenes. “La gente miente, los síntomas no” es uno de sus lemas. Y por eso es que cualquier conclusión a la que llegues tiene que ser la correcta, porque la concebiste tú y que Dios la dé firmada. Más de una vez House ha llegado rabeando donde su paciente o sus familiares alegando que como le mintieron o se equivocaron en darle los datos, el diagnóstico fue erróneo; y que él tenía razón en primer lugar, pero como le entregaron información falsa todo se fue al diablo. Así que ya sabes: no confíes en los demás, sólo en tus talentos.
El trabajo no tiene nada que ver con las emociones
   -"Yo estoy para curar a su hijo, no para hacerle cariño y decirle que lo quiero."
¿Qué prefieres? ¿Un doctor que te tome la mano mientras mueres o un doctor que te ignore mientras te mejoras?
Para ser como House hay que ser estrictamente profesional, dejar de lado todo tipo de emociones, afectos y relaciones personales que al final entorpecen el trabajo. Y, de paso, reírse de quienes pidan hacer lo contrario. House tiene a su equipo de colaboradores para que ellos sean los que lidien con los pacientes, mientras él se sienta muy cómodo a desentrañar misterios médicos usando sólo su pizarra y su pensamiento, que son todo lo que necesita. Cero relación social=Cero emoción=Raciocinio absoluto, ecuación necesaria en casos que requieren de una cabeza bien fría. Además, la gente es tan irritante, que es mejor mantenerla lejos.
Los amigos son para que den, no para que reciban
House, ¿acaso te provoca algún placer primitivo el quitarle la comida a los demás cazadores?
La relación con los colegas, amigos, compañeros y congéneres debe ser totalmente unilateral: ellos están para tu beneficio, y tú no estás para el de ellos. Ellos pueden ayudarte, prestarte cosas, cubrir tus mentiras o inventar excusas, pero tú no tienes que hacer lo mismo (para qué, si son todos unos idiotas). La mejor prueba es cuando un detective investigó a House por adicción a las drogas. El Dr. Wilson, su mejor amigo, salió a protegerlo, y por eso congelaron sus cuentas, embargaron sus bienes y le quitaron a sus pacientes. Y House no movió un solo dedo para salvarlo, aun cuando la culpa era toda suya.
Averigua todo sobre la vida privada de tus amigos, pero, por supuesto, niega que lo haces
   +"House, ¿cómo te sentirías si interfiriera en tu vida personal?
   -Odiaría eso, por eso soy inteligente y no tengo vida personal".
Qué mayor placer que controlar la vida de los demás metiendo las narices en todo lo que hacen, para luego manipularlos con esa información, especialmente en lo que concierne a quién está saliendo con quién. Uno de los hobbies de House es incordiar a Wilson deduciendo su vida amorosa a partir de la corbata que usa, el tipo de comida que come o los lugares a los que sale de noche. Aquí se vale hacer de todo: leer mails, registrar escritorios, colarse en la casa, enviar mensajes falsos y suplantar identidades. Y, de nuevo, hacerlo sin que nadie lo sepa y negar todo si te descubren. Un genio puede ser copuchento, pero qué vergüenza que se divulgue.
Ningún misterio debe quedar sin resolver
Sólo porque es inexplicable no significa que sea inexplicable.
El cerebro de Gregory House no soporta los cabos sueltos ni las preguntas sin respuestas. Todo efecto debe tener su causa, todo problema debe tener una solución, todo síntoma tiene un origen. La armonía del universo pasa porque no queden enigmas sin explicación. El Dr. House no descansa su cerebro hasta que da con la patología correcta para salvar a los pacientes que agonizan, al punto de conducir autopsias para saber qué tenia algún paciente que no pudo salvar. Aunque a veces le cuestionen sus intenciones (“Esto no tiene nada que ver con salvar una vida”, le ha dicho el Dr. Wilson. “Es sólo que no soportas la idea de que un paciente se muera sin que antes sepas por qué.”), lo importante es el resultado.
Sé un pequeño héroe anónimo
Puede verse arrogante, rudo e indolente, pero House también tiene su corazoncito. Se echó la culpa por llamar al Servicio de Menores para separar a un adolescente de su madre esquizofrénica, cuando quien hizo la llamada fue ella misma, pero no quería que su hijo creciera odiándola. En otra ocasión denunció ante la NASA a una aviadora con un mal que comprometía su postulación a astronauta, para luego admitir que mintió para que nadie más hiciera esa denuncia en realidad. Pero ojo, que detalles como éstos son las únicas muestras de conciencia que uno debe permitirse, porque ya sabes… House debe mantener su reputación.